5.
Mientras
esperaba, Camilo pensó en Sofía y en que ya llevaban un par de días sin saber
el uno del otro después del “incidente”.
Al principio Camilo pensó que la carta que le escribió esa tarde a
Sofía, era un acto de justicia. Era
afilar las uñas y clavárselas, claro está, en defensa propia. Y es que Sofía, podía ser en verdad
horrible. Su fealdad consistía en ser lo
suficientemente egoísta para no quererlo como él la quería. Eso era suficiente para convertirla en un
esperpento.
Cuando
por fin llegara su premio, Sofía sería la primera en enterarse… así lo decidió
Camilo sin saber muy bien por qué.
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