10.1.11

Erase una vez un afecto.

Están los afectos que se viven a diario y los que se empolvan.
Los públicos y los secretos.
Los pasajeros y los que no se van jamás.
Los que acompañan y los que lastiman.
Los que uno pone en un pedestal y los desafortunados.
Los bienvenidos y los que uno quiere arrancarse a pedazos.
Afectos tranquilos, turbios o desesperados.
Los que sostienen y los que derrumban.
Los que se aparecen de la nada y los que existen por siempre.
Afectos miedosos, condenados moralmente.
Afectos impredescibles, necesarios, defendidos a capa y espada.
Otros imperceptibles, egoístas, celosos de otros afectos.
Afectos peludos y babosos, de cuatro patas y arrugados.  Afectos inexplicables, absurdos y hermosos.
Este 2011 empieza con el corazón revuelto, invadido de afectos y con la certeza de no querer abandonar ninguno, de sostenerlos tal cual son y aprender de su naturaleza.  Finalmente, es una fortuna querer y ser querido.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

princesilla de afectos escurridizos.

la falsa alicia dijo...

querido anónimo, ahi va una pequeña banda sonora.

http://www.youtube.com/watch?v=4ow0bA4H3BQ