21.11.09

Carta 2. Octubre 15. Día de los imprecisos.

Arándano, tu y tus cuentos......... Si yo pretendo vivir en un mundo irreal, tu pretendes no haber visto nunca nada.  Lo sabes bien, ser de ojos cóncavos, aunque no quieras decirlo en voz alta.....  Es mas, hasta puedo entender porque lo haces con las otras personas, pero ¿negarmelo a mi?.  Recuerda que estabamos juntos la primera vez que los vimos. Eran 6 y nos sorprendió su tamaño y color.  Parecía una pequeña comparsa de un carnaval, pero pronto supimos que no era ningún disfraz.  Está bien que tengamos claro que no podemos confiar en el malecón, pero ¿no confiar en nuestros ojos?.  Arándano, en mi tampoco confías y no por eso me andas tirando al primer mar de ensueños que te encuentras.  Y ten cuidado con que se te ocurra algo así, no sé nadar y no quiero que me extrañes.

Hoy los duraznos decidieron seguir hacia el sur, por esa misma vía por la que nos gusta caminar, y no me gustó esa sensación de dejarlos solos rondando por ahí, apuesto que no todos llegaron con vida.  Si, ya sé, tu no tienes tiemop para esas tonterías....  El día que tengas tiempo para algo Arándano, te darás cuenta que todo siguió el transcurso, excepto tu.  Al menos deséame buen viaje, que la suerte me la busco yo.  Por cierto, de las puertas del día, no encontré ninguna que me gustara.  Ahí estaban con sus númeritos y tu que me dices que no me confié de ellos, así que intento guiarme por sus nombres, pero creo que me angustian mas que los números.  ¿Cómo una puerta puede llamarse "descenso cuentagotas"?  Siento retorcijones de solo pensar abrirla.  Todas tienen nombres tan melodrámaticos que decidí dejar las puertas cerradas, al menos por hoy.  Espero que mañana haya alguna que me guste mas.

Un beso, Miranda.

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