8.10.08

Mira tú....

No tengo verdades hoy, que no te desangren si las oyes. Vos vas a taparte los oídos cuando yo intente decirte todo. Es instinto de supervivencia, se te puede entender.
No tienes hechos hoy, que me lleven a una salida de este laberinto. Yo voy a decirte orgullosamente que no necesito de tus caminos para recorrerlo, que como sea me saco alas y me voy volando, así me cueste parecer un pajarraco inmundo durante unos meses.

Un arma de doble filo si decidimos hacer una tregua, porque va a estar basada en mentiras y en hechos irreales.

Lo mas cierto que puedo decirte es que de un día a otro todo cambia, que la vida es traicionera y que hacerte el decente, solo hace mas complicado el asunto al igual que aferrarse al pasado. Eso es lo que he aprendido este año.

Y eso que lo escribí ayer, antes del encuentro. Y si, no hubo sorpresa alguna, cada quien siguió su papel y cumplió juiciosamente lo que debía llevarse a cabo.

Ay querido Jim, tienes tanta razón cuando dices que “When The Music's Over, Turn out the lights”. Por eso cuando apagaste el equipo para que no sonara Beirut y yo no llorará mas, debimos prender las luces y decir, bueno, hasta luego. Pero no, teníamos que quedarnos asfixiándonos un poco mas en ese ambiente de tristeza. Hablabas una y otra vez del inmenso amor. Que retórico. Lo que no sabes es que yo ya me he ido a la mierda. Tus palabras solo tiran la cadena una y otra vez. Y si algo que he aprendido ahora en mi diplomado de guión, es que una imagen vale mas que mil palabras. Por eso podrás decirme lo mucho que me quieres y lo mucho que me extrañas y lo mucho que me quieres en tu vida (a tu absurda manera), pero mientras tes oigo, te veo inmóvil o caminando hacia otra dirección. Y creeme, todo bien (como dices tu), y no porque yo no te quiera y no te extrañe, pero en este momento de la vida, donde todo se muestra de otras maneras que jamás antes vimos, no quiero que me acompañes y no quiero acompañarte. El día que decidí que quería irme a la mierda (yo, jamás vos), decidí que a la mierda hay que irse solo, por convicción o porque como dices vos, yo estoy mal, equivocada, pero quiero irme, dejarme ir, como cuando sueltas la cadena (no sin antes mirar lo que se va con ella). Y mira que sorpresa, que paraíso, que alivio. Estás vacaciones seguro me sientan bien. No es un spa 5 estrellas, pero tampoco es como lo pintan. Hoy amanecí sintiéndome bien. Hoy amanecí con ganas de verme coffee and cigarrettes y conversar con Iggy Pop y Tom Waits. Hoy desayuné té y galletas, me vestí con medias radioactivas y me propongo hacer lo que anoche no hice por confrontar, hoy, me quedo con Diane y Lionel y su amor extraño y sus personajes extraños y lo que yo siento que soy.

Después de la tormenta, siempre viene la calma. Afortunadamente para los que no sabemos nadar muy bien.

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