Creo que debo soltarme a mi misma y no temer por mi suerte. Tengo las tijeras. ¿Dónde están los hilos que me amarran?
Siento deberme algo a mi misma. Siento que hay algo nauseabundo que yo misma he logrado y que no percibo. ¿Será cuestión de olfato o de intuición? Yo no estoy enferma. Igual, que mas da, yo creería que la muerte ya llegó, aunque el entierro solo sea en meses.
Bienvenido al purgatorio. Entre bajo su propio riesgo pero eso sí, siéntase como en casa.
No me grites, no me susurres, yo se leer los labios, si, incluso esos, morados y envidiosos. Créeme cuando te digo que no existe diferencia entre unos vivos y otros muertos, los movimientos son los mismos, quizás existe un poco de destiempo, pero no afecta el resultado.
¿Pena? ¿Desolación? ¿Desespero eterno? ¿Remordimiento? ¿Acaso eso no eran solo cuentos? Ah claro, los cuentos también son a veces producto de la realidad. Si, yo también soy producto de la realidad y mírame que bien estoy.
¿Mi primer remordimiento? No me acuerdo. Seguramente me avergonzaría recordarlo. No te sucede que a veces miras atrás y sientes haber armado una tormenta en un vaso con agua? Pues déjame decirte, que mi mesita de noche mental está llena de ellos. No, no me los bebo..... a veces quisiera, porque pareciera que ya no hay espacio para ninguno más, sin embargo siempre termina existiendo un lugar para ese futuro vaso, además si me los bebiera terminarían todos en un mismo punto al cual ya no me pertenecerían, no quiero que fluyan, no quiero que se transforme el lugar que he creado para ellos en este, mi mundo.
Ahora te pregunto.... ¿Cuál es tu último remordimiento?
¿Es acaso por mentir? ¿Por flagelo? ¿Por autosuperación? ¿Por malos pensamientos? ¿Por deseos sórdidos? ¿Por venganza? Lo piensas pero no me lo dices. No importa, con que lo hayas traído de nuevo a tu mente me basta. Yo en realidad no quiero saberlo, solo quería que tu lo supieras.
¿Existe algún lugar para mirar el cielo? Creo que me hará falta. ¿Alguna vez lo has extrañado? ¿Aún sabes que es extrañar? Veo. Pareciera que lo único que no se deja atrás en un lugar como este es el olvido, ya bastante tengo con lo que he olvidado ya y ahora se que eso no se detendrá.
Alguien ha estado soñando conmigo, imaginándome, deseándome a su antojo. Y lo ha hecho a través de la muerte, de su muerte provocada por mi y de mi muerte provocada por él. Me lo ha dicho esta mañana, a mi me parece algo entre macabro e infantil. ¿Qué tan reales pueden ser sus sueños, sus pensamientos, sus deseos? ¿En verdad desea asesinarme con esos interminables cuchillos de los que me habla? ¿En verdad quiere que yo simplemente lo lance al vacío? Aún no lo se, quizás algún día sepamos si este hombre tiene algo de profeta o era un soñador perdido como tantos otros.
Una reverencia al amor ridículo. Una reverencia y una sutil despedida. A los amores ridículos nadie les pide explicaciones, los subestiman y por eso nadie quiere saber de ellos, (no saben lo que se pierden, pero tampoco quiero que lo sepan) al igual que todos no quieren saber de la noche como oscuridad, y a esta tiniebla nocturna como eternidad. Por ahí oigo a alguien cantar que amanece el alma, mentiras, el alma está tan lejana que ningún sol puede amanecerla, pero no te preocupes, el alma no necesita de la fotosíntesis.
El que cree que existen unas escaleras al cielo, es porque definitivamente no tiene la voluntad para subirlas. Acá también existen escaleras, pero estás no conducen a ninguna parte, estoy por creer que son simplemente un adorno. Acá en el purgatorio, he encontrado a mi caleidoscopio roto, se me había olvidado que significa reflejarse y seguir una geometría, se me había olvidado que encierra ser de colores y cambiar al ritmo de una mano, se me había olvidado que basta internar un ojo para llegar a otra dimensión, aunque esta pueda estar rota.
Ya el contraste entre los unos y los otros es imposible. Los transeúntes solían ser mis anónimos favoritos, hasta que supe que iba a verlos de por vida. Ahora sus rostros se agregan a mi memoria, como si esta no tuviera mas que hacer que coleccionar rostros en fotografías formato cédula.
¿Quieres satisfacción? Ven por ella, acá la venden muy barato, aunque venden muy poca, la mayoría siente vergüenza de adquirirla, están convencidos que deben continuar con su flagelo como símbolo de arrepentimiento, pero sus ojos se le van tras esos frascos con pequeñas etiquetas. ¿Estás seguro que por tu satisfacción estas en este lugar? Yo no lo creo..... es quizás tu vago remordimiento el que te ha traído hasta acá. Los expendedores de satisfacción merodean por ahí y de vez en cuando dejan caer un frasquito para que todos recuerden a que huele eso. Las hienas se alborotan, los conejos y las avispas también.
Aún sigo sin encontrar los hilos que me amarran. Pero estar tantos días en este lugar, me ha hecho olvidar el afán que tenía por cortarlos. Aún espero encontrarlos, pero ya no los busco. Y aunque conversar con muertos nunca fue lo mío, estos han resultado una excelente compañía. Así que que mas da......... que mas da permanecer un poco más, esos hilos deben estar deshaciéndose con la lluvia que debe haber caído sobre ellos todos estos días. Que mas da si me demoro un poco en seguir mi camino, en el purgatorio he encontrado a mi caleidoscopio roto y con él muchos fragmentos de lo que he sido y sigo siendo, aún así el rompecabezas sigue bastante incompleto, pero que mas da, si tengo tiempo, yo no pienso subir por esas escaleras que conducen al cielo.
1 comentario:
Welcome to the Desesperanza Kingdom
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