Grandes amores, que
solo son grandes al mirar atrás, porque el presente los ha hecho diminutos o
quizás viejos o quizás obsoletos. Y en
mi ansiedad de estos días por intuir un poco lo que se viene, me tiene sin
cuidado mirar hacia atrás. Por eso
cuando una historia de esas reaparece en momentos así, me digo, no, no quiero. No me dan ganas de retomar lo que tanto me
tomó terminar de escribir. Si, fue
bonito mientras duró, pero también fue triste y cada cosa parece tener su
precio. Pero lo más importante: No
puedo, porque yo ya no estoy ahí. Yo ya
me fui. Y empecé otras historias.
Y heme aquí, no con la vida más definida ni mas clara. De hecho, el corazón anda mas revuelto y
confundido como hace mucho tiempo no lo estaba.
Y a veces siento que estoy jugando irresponsablemente con lo que he construido
en estos casi 4 años, pero hay muchas cosas que pasaron, que no vi venir y que
no puedo ignorarlas. Y un poco a las
buenas y mucho a las malas, me tocó tomarme un tiempo para mi solita. Y he estado triste y me desespero y le tengo
miedo a los domingos y extraño que me consientan y sentir alguien ahí,
cerquita, pendiente y amoroso. Pero
también recupero un poco de tranquilidad y tiempo para mi y no tengo que
esforzarme en justificarle a nadie lo que siento y retomo cosas perdidas: otras
charlas, otras maneras de acompañar los días.
5 comentarios:
Grande Johansen y fuerza!
:)
No será que te gusta mucho estar triste?
No creo. Hoy de hecho, disfruté mucho de un final de tarde soleado y muy divertido. Sonreí bastante. Lo que pasa es que creo que aqui es donde me desahogo y por eso, puede terminar pareciendo lo que parece este blog.
La tristeza es un vicio, el mundo siempre ha estado lleno de niñas lindas tristes y de gentes que no son capaces de verlas llorar, es una tierna manera de llamar la atención y ser felices luego. Como todo vicio... no podés desprenderte de él.
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