27.2.12

El corazón de Alicia.

El corazón de Alicia amaneció oscuro esa mañana.  Se siente mas pesado, mas incómodo en el lugar donde está.  Amaneció oscuro, pero enorme.  Si, ese órgano muscular autocontrolado, esa bomba aspirante e impelente dice que el mediastino no es lugar más para él.  Alicia intenta consolarlo, se pone la mano en el pecho y la deja ahí quieta, mientras sube y baja lentamente, porque los pulmones deciden llevar una respiración acompasada y tranquila, como un acto solidario.  Alicia le habla en voz baja, le dice, aguanta, ahora no puedo sacarte de ahí y hacerte una nueva casa, no es tan fácil, no sé como.  El endocardio que es mas tranquilo, mas elástico, sabe tener paciencia y dice que puede esperar.  Pero el miocardio, tan contráctil e imparable, se indigna, dice que no hay tiempo, que si siguen creciendo a ese ritmo el pericardio no va a resistir y se va a romper, y ahí si, todos ibamos a lamentarlo de verdad.  

Aprendieron entonces a vivir con esa posibilidad.  Asi que al despertar Alicia comprobaba tocando suavemente el pecho, toc toc toc, si el corazón seguia ahi.  Pum pum pum contestaba entonces y ambos sonreían, y es que Alicia le había prometido que cada día le cantaría una canción mientras encontraba la manera de llevarlo a otro lugar.

Pretend that you owe me nothing
And all the world is green
Can we bring back the old days again?
And all the world is green 






Nunca sucedió.  Ni Alicia supo como sacarlo de ahí ni él jamás se rompió. 

8.2.12

Otro timing.

Grandes  amores, que solo son grandes al mirar atrás, porque el presente los ha hecho diminutos o quizás viejos o quizás obsoletos.  Y en mi ansiedad de estos días por intuir un poco lo que se viene, me tiene sin cuidado mirar hacia atrás.  Por eso cuando una historia de esas reaparece en momentos así, me digo, no, no quiero.  No me dan ganas de retomar lo que tanto me tomó terminar de escribir.  Si, fue bonito mientras duró, pero también fue triste y cada cosa parece tener su precio.  Pero lo más importante: No puedo, porque yo ya no estoy ahí.  Yo ya me fui.  Y empecé otras historias.

Y heme aquí, no con la vida más definida ni mas clara.  De hecho, el corazón anda mas revuelto y confundido como hace mucho tiempo no lo estaba.  Y a veces siento que estoy jugando irresponsablemente con lo que he construido en estos casi 4 años, pero hay muchas cosas que pasaron, que no vi venir y que no puedo ignorarlas.  Y un poco a las buenas y mucho a las malas, me tocó tomarme un tiempo para mi solita.  Y he estado triste y me desespero y le tengo miedo a los domingos y extraño que me consientan y sentir alguien ahí, cerquita, pendiente y amoroso.  Pero también recupero un poco de tranquilidad y tiempo para mi y no tengo que esforzarme en justificarle a nadie lo que siento y retomo cosas perdidas: otras charlas, otras maneras de acompañar los días.   

1.2.12

Hace 6 años y dos meses yo le escribía estas cosas a alguien.


Un día cualquiera te hablé del olor de unas flores secas…  te dije que en ese momento era una reina loca que no sabía sino hablar con sus muertos.  Mucho tiempo después te digo, ya no soy ni una reina y mucho menos estoy loca…. Pero cada vez hay mas muertos con quien hablar.  Tal vez ahora que estoy desposeída de todos esos títulos soy uno de ellos.  A veces todo está tan gris que no puedo desmentir nada que se me ocurra.  Definitivamente tu vida se estaba yendo y se va hacia otra parte.  Y de paso, la mia también.  En este momento, no puedo sugerir un punto exacto donde nos encontramos y desde donde podemos mirarnos.  No lo se.  Se que a veces puedo ser una aparición y aparecerme entonces y tu puedes hacer creer que estás cerca cuando sabes bien lo lejos que te encuentras.  Entonces yo ya no soy una reina loca y ahora vos sos un mago.  Un mago perdido que deja rastros inconclusos.  Que bonito pero también que frio.  Cuando hay frio me cuesta resolver los acertijos.  Tal vez el mago sabe bien cuando acaba la magia, mientras el público sigue esperando el próximo conejo del sombrero.  Donde mis muertos hay varios de tus conejitos blancos…  todos tan vivos en ese ambiente tan mortecino.  Supongo que son las maravillas de la magia… quien sabe.  Yo se quien sabe.  El mago sabe.  El mago ya no habla.  No pierde el tiempo haciendo nuevos trucos.  El pasado es pasado y el presente…….  Abracadabra.  El sombrero es grande, no tiene fondo.  Yo ya no tengo corona, y mi pelo se cae a pedacitos….  Y los ojos y las manos….  Y los labios cerrados se quedan intactos.  Quien sabe si yo puedo transformar un mundo.  A veces creía que podía, si, exacto, cuando era reina y estaba loca y el delirio me llevaba a eso lugar donde todo era posible para mi.  Sin importar las consecuencias sin tener un trasfondo…  y entonces no solo era reina sino malabarista y no necesitaba red de protección.  Caer nunca fue un problema.  Mis huesos parecen ser de plastilina.  Y todo esto entonces un circo… un mago, una malabarista y tanto payaso suelto….  Una carpa cementerio gigante… de colores, de lona con olor a fresa…  extraño.  Es magia, pero no me pregunten a mi, sino al mago.  Yo me lavo las manos, hago un triple salto mortal y desaparezco.