Monstruos que nos despiertan a las 2 de la mañana porque quieren conversar un poco. Otros que nos insisten en traer el pasado como presente. Monstruos peludos a los que les rascamos la cabeza mientras nos quedamos dormidos. Monstruos a los que se les dijo: ya no me asustas más. Monstruos que le temen a la soledad y otros a los que jamás dejamos ir. Monstruos a los que nunca veremos como tal y llamaremos de mil formas. Monstruos que acechan y otros que acompañan. Monstruos que son amores secretos, y otros a los que jamás le dirigiremos palabra alguna. Monstruos siniestros y terroríficos, otros de mentiras e imaginarios, otros deformes e incomprendidos. Y así. Y cada quien con los suyos, tan propios, tan intransferibles.
2 comentarios:
llegaron para quedarse...
y otros que han estado desde siempre.
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