25.9.08

de tiempos y destiempos.

(5 años atrás). Suena una canción una y otra vez. Ella baila y canta en la pajarera. Ella sonríe. Ella que sabe que el mundo no está a sus pies, se conforma con dejarse caer. (Hace una semana). Dos chicos le gritan Stellaaaaaaaaaaaaaaaaa. Y ella se sube a un tranvía llamado deseo. Sabe que si, que ahora se llama Stella, y al menos sería mas divertido si Marlon Brando fuera su Stanley. No reniega y acepta su nuevo nombre. Da igual, para que darle vueltas al asunto, si la nueva Stella vio el final de la vieja Stella y Stanley y le parece justo y confía en que su versión sea muy fiel a la de cine. (Dos semanas antes) Un bar. Ron y rock and roll. Glameros y oficinescos y otros como ella, neutrales. Ella y dos chicos. Una extraña combinación de sentimientos no correspondidos y entrelazados. El la mira a ella y le dice que le gusta. El se muestra claro. Ella sonríe e intenta hablar con una verdad por la que ella no pondría las manos en el fuego. El otro chico, el mal tercio, tiene una historia con ella. Una vieja, empolvada y descuidada historia, incluso mal escrita. El alcohol la trae de nuevo debajo de la mesa. La trae en el mundo underground mental de estos dos personajes y dice que quiere escribir otro capítulo (igual de perdido a los anteriores). Comienzan a sentirse tentados. Finalmente un capítulo mas no cambiará la historia, no la hará mejor ni la va a arruinar. Bizarro. Lo que se muestra claro y bonito va a ser atropellado por un egoísmo y deseo en unas cuantas horas. Ojo por ojo, diente por diente. Pero nadie sabe de quien fue el primer ojo y de quien el segundo…… y que decir de los dientes. Ella se dejó caer una vez más y le valió mierda hasta el otro día. (Al otro día). Aunque su conciencia y un corazón ronco intentaron convencerla de lo contrario, ella decidió dejar de escribir su mejor y más perversa historia. Y ahora se dedica a escribir fragmentos inconclusos, mal escritos y menos reconocidos tal vez, pero inofensivos. Basta de estos dilemas de caricatura con un ángel y un diablo tamaño miniatura en cada hombro con actitudes moralistas o decadentes. Basta de ver príncipes y sapos. Viene una avalancha que no dejará nada igual. (20 días atrás). Esa tarde por allá en alguna parte de la ciudad a la que uno nunca va, la realidad se le presenta a ella y le dice: bueno, esto es la verdad, bueno más o menos, usted verá pues que hace entonces. A ella le sabe a mierda el mas o menos. Es solo la realidad que intenta salvarse fácilmente. Ese más o menos juntó toda la mierda de dos años en un embudo de papel y la dejó a ella incapaz de seguir sosteniéndolo. Todo se desbarató y ella se dijo que jamás volvería a hacer un embudo de papel. (7 años atrás). Mitad de semestre. Ella dice querer al pillo rehabilitado, él dice querer a su ratica. Le creemos mas al pillo que a ella. Ellos recorren el centro de Medellín en las noches. El siente pena de los personajes oscuros de su vida pasada que se le acercan, ella les conversa siempre con interés y simpatía. El regala mandarinas, ella no le suelta la mano. El le da ginebra mientras lo acompaña en sus noches. 8 meses después ella le deseará suerte y no va a quererlo más. Luego él se casará con una chica por papeles y se irá a cumplir el “sueño americano”. Le negará siempre a ella, su novia de Medellín y no se verán mas. (5 a.m). Ella sueña con él. Vuelven a pelear. No hay nada incluso en su inconsciente que los acerque y los deje quererse. (Mañana). Ella estará leyendo su primer guión de dos minutos frente a 30 casi extraños. (Hace 6 días). Moby le canta a Alice. Y le dice que no puede hacer eso. (Hace 8 días). Ella y un chico y una chica, una cocina, un regalo de un judío. Ellos ríen eufóricamente, interpretan una y otra vez a la Tía Tamal y sus encantos, oh, pobre secretaria. Una gelatina congelada por una nevera inclemente, deja ver entre su color rosado, alas de ángel en pedazos de hielo, cada quien se come un ala, la mastica, es algo divertidamente místico. No paran de reír durante 3 horas. (Hace dos noches). Ahora la nueva Stella, ya no es Stella. Ahora es Alice. Alice la chica closer. Se parecen en la forma de querer. A la fake Alice le duele lo que le pasa también a su fake Alice favorita. Un amor condicionado y desequilibrado. Así es la vida, dicen. Y así los finales, parece pues.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

stella maris escucha mira cruzar a alice and chains por la ventana

la falsa alicia dijo...

siempre por la ventana.......