Lo guardo, lo espanto, lo siento a mi lado para tomar el té,
lo miro a los ojos de reojo, de frente, entrecerrados, le sonrío, lo regaño, le
digo mentiras y le digo verdades que no quiere oír, le doy su beso de buenos
días y su beso de buenas noches, lo desaparezco, lo dejo caer, dudo de él, le
tomo de la mano, le digo disparates, le lloro en silencio, me quedo dormida en
su hombro, sueño con él y lo llamo de mil maneras.
Y él a mi:
Y él a mi:
Me cuenta historias antes de dormir, me regaña, me estripa,
me lleva de paseo, me miente, me intranquiliza, me calma, me enamora, me gruñe,
me confronta, me consiente, me desespera, me nubla, me calienta, me quita y me
da todas las palabras, pero una vez me deja, nunca sé a dónde va.
No sé si quiero saberlo.
8 comentarios:
El amor no existe alicia. No lo busque más.
No lo busco. A veces me lo encuentro, bueno, a su impostor si es cierto que no existe.
Más bien, ven y siéntate a mi lado, y vemos la vida pasar despacio.
Está difícil adivinar sr. anónimo quien es usted para saber donde sentarme entonces.
Pero a Alicia le gusta adivinar
¿sin pista alguna?
está difícil.
Pero a cuál le gusta adivinar, a la verdadera, a la falsa?
A la verdadera Alicia tendría que preguntarle usted personalmente. Yo no la conozco por lo pronto.
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