24.12.10

Otra vez.....


Es invierno. Llueve, todo se inunda, hace frio. El lobo está ahí, rezagado, apartado y escondido. En una leve hibernación. El turista, que se cree un buen turista y y que por eso dice regresar al jardín primitivo, regresa con esa actitud tropical mientras todo está helado. Llega a aquel lugar y se hace pasar por quien jamás podrá ser, tiene un tufillo vanidoso, uno que huele a actitud de haber tenido a la mejor flor de aquel jardín en su bolsillo. Regresa haciendo todo el ruido que puede hacer, finalmente sabe que no puede ser tanto porque si llegan a oírlo en la ciudad, vendrán por él y él, tendrá que entregar de nuevo al lobo fugitivo y paria. Típico de un turista que no tiene los suficientes cojones para asumir sus secretos porque está muy cómodo con su vida tal como está.

El turista ha encontrado al lobo. Dice que se ha preocupado porque se ha enterado de su anemia, de su tristeza. El lobo bosteza y sonríe. Ni siquiera se levanta a abrazarlo, ni siquiera lo invita a ponerse cómodo, no será mucho tiempo el que pasen juntos. El lobo le confiesa estar enfermo, no va a perder tiempo fingiendo un estado imposible de disimular. El turista habla de su bienaventurada vida y de su vocación de salvador de animalillos heridos, pero solo cuenta con una aspirina y cree tener idea de todo y no sabe cuántas cosas han pasado desde la última vez. Así que mejor ahorrarse el tiempo que el turista no tiene y que el lobo no apetece en darle, así que se afanan en despedirse (siempre el turista tendrá mas afán después de haberse tomado la molestia de ser él el que aparece) y se acercan para decirse en voz baja lo mucho que se quieren, se desean feliz navidad mientras esperan no volver a verse.

pda: esto seguro lo entiende.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

pinche turista!

la falsa alicia dijo...

totalmente de acuerdo!

enriquetita dijo...

yo entendi jujujuju....

la falsa alicia dijo...

querida enriqueta, y si es lo que estás pensando!!!! disfruta tu viaje y sé muy feliz!