Se desbarata poco a poco, querida Soledad. Haz algo me dice ella y yo desde mi típica dignidad le digo que no se puede hacer mucho, como si no me correspondiera nada. Ah, actitud de princesita adolorida. Oh si, Soledad. Vuelvo a los mismos comportamientos (soy un buen animal fiel a sus instintos pareciera), vuelvo a huir ante los malos tonos, ante el asomo del conflicto. Huir dejando palabras en la boca del otro, no sin antes echarme una frasecita irónica y ofensiva. Pierdo la paciencia con facilidad y me escudo en lo mal que está todo. Que si Soledad, que si tengo autocrítica, pero que por alguna razón no le admito nada, como si eso fuera una traición a uno mismo o como si intentara proteger mi autoestima, pero en el fondo sé lo que me toca de todo el asunto. Y sé de otras cosas que aun no he terminado de digerir y que rondan por mi cabeza y de las que no quiero hablar con nadie.
Y luego despierto y ahí está él y la rabia se ha ido y la estupidez también. Y no quiero levantarme, quiero seguir ahí, Soledad, arrunchada y feliz. Y ahí si, todo tan fácil y tan bonito.
Pinche bipolaridad.
7 comentarios:
jaja.. em no he leido a muchos hablando sobre esto y creo que a todos nos pasa.. pienso un poco.. no sé.
saludos.
qué bonito y qué cierto. saludos.
@Cleotilde: si, creo que nos pasa más de lo que queremos admitir....
@hilia: gracias por pasar! :)
Hola Alice, Eres bipolar? o simplemente te refieres a tus actitudes??? En fin, me encanta tu blog, saludos.
Son solo actitudes que lo hacen sentir asi a uno de vez en cuando!!!! Nada realmente clínico y medicado......
Bien dicho , bien explicado. Es que... me pasa igual ups!
bueno, no estamos tan solos en esto entonces!!!!
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