Sábado, 11:30 p.m. Billares londres. Cumpleaños de tres desconocidos. Música, alcohol, mesas de billar arruinadas, un muy buen humus y llantas de bicicletas en la cabeza de un par de chicos. Ah y muchos arquitectos y un nuevo vecino al cual le hemos creado fama de acechar en bata a las vecinas en la escalera del edificio (yo casi lo compruebo). Y observaba mientras bailaba con los monaretas. Y el mundo era otro, no era el de 8 días atrás. Este era mucho mas fashion y pretensioso, pero no había prejuicio alguno para no divertirse y decirle a los nuevos conocidos que la política de la casa de no relacionarse con arquitectos mas alla del trabajo, era imposible seguirla cumpliendo dada las nuevas circunstancias de vida. Nuevas circunstancias que finalmente recuerdan a lo que siempre ha pasado aqui. Nueva casa, nueva gente, nuevos parches, nuevos conejos blancos. Pero no todo perdura y solo se filtra finalmente lo que debe quedar ahi. Así que ese híbrido de nuevos eventos, aunque a veces me cuestan mas de lo que debería, dejan pequeños rastros y puertas que la falsa alicia agradece siempre que ha sido expulsada al país de las maravillas.
Mi vida esta semana me sabe a ironía. Ironía guardar tanto silencio y terminar desahogándose con cualquier persona excepto la que quisieras. Ironía encontrarse a eso de las 4 p.m del lunes con el chico que ha prometido sacarte de su vida y que de hecho lo venía haciendo muy bien y que te trate amablemente y que en menos de 6 horas ya estes de nuevo en su facebook y en su msn y puedan tener una conversación medianamente decente que intenta recapitular la información que se ha perdido durante ya tres meses o mas. Ironía que declaren la falta y el amor y que la semana se vuelva ausencia y distancia. Ironía que quiera verme Annie Hall y pretenda el destino que me vea a Anita la Huerfanita (y no, no estoy tan desesperada). Y hoy domingo, día del padre, inevitablemente, aunque intente no sucumbir a este tipo de fechas, se siente un vacio en el estomágo y me ha resultado imposible no pensar en Hernancito y sentir su falta y despertarme y mentalmente desearle un buen día. Uno intenta hacer de tripas corazón y moverme y seguir con la vida. Pero nada que hacer, se me arruga el corazón. Y mientras la tarde de este domingo no sale como estaba planeada, y comienzo a sentir el peso de esos domingos insoportables y eternos, aparece el escape. Nos vamos a cine (tres chicas y un chico) a ver sex and the city. Justo lo que parecía necesitar. Algo banal, que me entretenga y no me haga pensar mucho. Y si, obviamente no esperaba mucho de la película, pero verla en este momento, tampoco ayuda. Como lo pensé alguna vez y lo declaré en voz alta, DE AHORA EN ADELANTE LO MIO SON LOS ZOMBIES........ nada de ver a mujeres a los 40 buscando el amor, nada de ver comedias cursis románticas, ni dramas, ni de amor, ni de guerra. Mejor esto de las mutilaciones mal hechas y la sangre a chorros, con elementos sobrenaturales y poco guión. Nada de problemas existenciales mas alla que sobrevivir a unos zombies hambrientos. Solo instinto con buenos o malos efectos especiales, poco me importa. Ya suficiente tuve esta semana con verme Rio místico.
Y bueno, terminamos la noche con una retahíla que ayuda a mi salud mental, aunque no a mis ojeras (gracias a este trasnocho) y el fabuloso concierto de deep purple del 69.
(pda: hay partes mas interesantes del concierto... pero ver a Ian Gillan cantando a eso del minuto 5, es impresionante y delicioso)
Mi vida esta semana me sabe a ironía. Ironía guardar tanto silencio y terminar desahogándose con cualquier persona excepto la que quisieras. Ironía encontrarse a eso de las 4 p.m del lunes con el chico que ha prometido sacarte de su vida y que de hecho lo venía haciendo muy bien y que te trate amablemente y que en menos de 6 horas ya estes de nuevo en su facebook y en su msn y puedan tener una conversación medianamente decente que intenta recapitular la información que se ha perdido durante ya tres meses o mas. Ironía que declaren la falta y el amor y que la semana se vuelva ausencia y distancia. Ironía que quiera verme Annie Hall y pretenda el destino que me vea a Anita la Huerfanita (y no, no estoy tan desesperada). Y hoy domingo, día del padre, inevitablemente, aunque intente no sucumbir a este tipo de fechas, se siente un vacio en el estomágo y me ha resultado imposible no pensar en Hernancito y sentir su falta y despertarme y mentalmente desearle un buen día. Uno intenta hacer de tripas corazón y moverme y seguir con la vida. Pero nada que hacer, se me arruga el corazón. Y mientras la tarde de este domingo no sale como estaba planeada, y comienzo a sentir el peso de esos domingos insoportables y eternos, aparece el escape. Nos vamos a cine (tres chicas y un chico) a ver sex and the city. Justo lo que parecía necesitar. Algo banal, que me entretenga y no me haga pensar mucho. Y si, obviamente no esperaba mucho de la película, pero verla en este momento, tampoco ayuda. Como lo pensé alguna vez y lo declaré en voz alta, DE AHORA EN ADELANTE LO MIO SON LOS ZOMBIES........ nada de ver a mujeres a los 40 buscando el amor, nada de ver comedias cursis románticas, ni dramas, ni de amor, ni de guerra. Mejor esto de las mutilaciones mal hechas y la sangre a chorros, con elementos sobrenaturales y poco guión. Nada de problemas existenciales mas alla que sobrevivir a unos zombies hambrientos. Solo instinto con buenos o malos efectos especiales, poco me importa. Ya suficiente tuve esta semana con verme Rio místico.
Y bueno, terminamos la noche con una retahíla que ayuda a mi salud mental, aunque no a mis ojeras (gracias a este trasnocho) y el fabuloso concierto de deep purple del 69.
(pda: hay partes mas interesantes del concierto... pero ver a Ian Gillan cantando a eso del minuto 5, es impresionante y delicioso)
3 comentarios:
una canción también te rescata del silencio de las horas perdidas
"De tripas corazón" es de las expresiones más bonitas del castellano. Debería llamarse así una banda de punk.
No solo es de las mas bonitas, sino de las mas útiles... (bueno, si supiera como se hace).
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