27.7.08

sueño que sueño. pt. 2

Un bosque, nieve, venados, un león, Alfalfa (mi perra), mi familia (que no es mi familia) y yo. Una pesadilla. Despertarse a las 5 a.m., el corazón acelerado, una voz medio dormida diciendo, Juliana fue solo un sueño. ¿Y si fue solo un sueño que me hace pensar que puedo enfrentarme a un león? Absolutamente nada, pero aun así lo hago. No le creo a mis sueños y ellos parecen augurar mis días. Mi semana finaliza pareciendose a mi pesadilla. Mi instinto de supervivencia está bloqueado. Lo vendí para que no interfiriera con los hoyos negros. Los quiero, pero no lo digo en voz alta. Tal vez es que me creo mas lista o que sigo pensando en hacer de tripas corazón o soy muy ingenua pensando en que no es necesario enfrentarse, que si uno se encuentra a un león perfectamente pueden ir a cine o tomarse un café, a pesar de ser uno el venado o perro cazado en este caso. Uno que es bruto y no sabe de esto de la naturaleza y sus cosas básicas. Uno que es bruto y que no entiende que es cuestión de supervivencia. Pero es que me sabe a mierda esto de las relaciones de poder, del fuerte y del débil, mas cuando se trata de máscaras y de carniceria sin anestesia. También me sabe a mierda mi estupidez al igual que me sabe a mierda tener que cagarse en todo para decir sonriendo que la vida está en otra parte. Por eso, estos días es mejor abstraerse. Y ser feliz con Muse y con Batman, y no con un León que sigue siendo el mismo y que cree que porque no me clava todos sus dientes es politicamente correcto y no me lastima lo suficiente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

...pero lastima con esa mirada de ausente. En tu cielo se enciende, nuevamente, la batiseñal y un héroe políticamente incorrecto apenas encuentra en sus labios la sonrisa perdida después de intentar otro rescate infructuoso que, esta vez, no nos dejará en jaque...