Están los afectos que se viven a diario y los que se empolvan.
Los públicos y los secretos.
Los pasajeros y los que no se van jamás.
Los que acompañan y los que lastiman.
Los que uno pone en un pedestal y los desafortunados.
Los bienvenidos y los que uno quiere arrancarse a pedazos.
Afectos tranquilos, turbios o desesperados.
Los que sostienen y los que derrumban.
Los que se aparecen de la nada y los que existen por siempre.
Afectos miedosos, condenados moralmente.
Afectos impredescibles, necesarios, defendidos a capa y espada.
Otros imperceptibles, egoístas, celosos de otros afectos.
Afectos peludos y babosos, de cuatro patas y arrugados. Afectos inexplicables, absurdos y hermosos.
Este 2011 empieza con el corazón revuelto, invadido de afectos y con la certeza de no querer abandonar ninguno, de sostenerlos tal cual son y aprender de su naturaleza. Finalmente, es una fortuna querer y ser querido.
2 comentarios:
princesilla de afectos escurridizos.
querido anónimo, ahi va una pequeña banda sonora.
http://www.youtube.com/watch?v=4ow0bA4H3BQ
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