Muchos misterios sin resolver en la cabeza. Muchas consecuencias, nacimientos y dudas. Ella está ahí, respirando ese aire que pasa imperceptible por sus temores y repitiéndose que está con vida. Ella declara que todo está bien, pero es una cobarde. Teme preguntarse que es lo que sucede con el pasar de los días........... Las visiones monocromáticas son reales, el hombre mosca atrás suyo también, se le ha olvidado distinguir entre augurios, profecías, pesadillas, escarmientos y experiencias....... Todo lo que ve, se queda volando en imagen, es un zapping continuo que invade las noches y no deja dormir. El insomnio parece ser entonces el mejor amigo de la locura.
A ella le gusta leer la filosofía de la descomposición, le gusta leerla, le gusta oírla del hombre mosca pegado a su espalda. Ella quiere ser una acróbata y contorsionista, esa que se escapa por puertas pequeñas, por huecos de ratón, esa que se lanza sin temor y se despliega por los aires, como ese escarabajo que tiene un resorte en el tórax y reta la gravedad (siempre corriendo mejor suerte que los hombre bala que no piensan en que pasaría si su cuerpo colapsara contra el fondo de estrella, unos metros mas allá de la mallita esa de protección). Ejecuta el acto, sin embargo no cree en el espectáculo. Ella cree exaltadamente que la exhibición está en otro lado.
Su corazón permanece distante, callado, pasivo. A él lo anestesian y vuelve a latir. Ella se siente con vida por ese lapso, una vez pasa la anestesia solo queda repetirlo en vano. ¿Qué tan real es el mundo que la rodea? ¿O en cuál de todos se encuentra? Lo único cierto en este momento, es aquella que está del otro lado y ella no puede ver. Lo más intangible en su vida es aquello en lo único que puede creer, pero está lejos de alcanzarlo. Ella quiere despedazarse y entregarle todo a los leones, finalmente que más da............ si la vida está en otra parte. Ella quiere olvidarse de su vida e ir dentro del carro que persigue a ese hombre, pero esto es todo lo que ha conseguido. Ella es una estúpida conformista. Le vendió el alma al diablo y olvido cobrar por ella. (Cuidado con ella, podría intentar arrebatarte la tuya).
Su intermitente sonrisa oculta su fealdad, pareciera que la alegría fuera un imán mortal. Una vez la sonrisa se detiene, resplandece la víctima, para entonces que mas da el nombre del muerto, su entierro y su duelo, ya no hay nada que hacer. La mente queda en blanco e ilustra con lágrimas negras secas el rostro serpenteante de ella. Ayúdame a rezar para que el deseo de olvidarse de su vida e irse dentro del carro que persigue a ese hombre, se le conceda, hay que devolverla a alguna parte, aún hay muchos misterios en su cabeza.
Ella juega con títeres. Títeres astutos, mujeriegos, ocasionales..... títeres de masmelo, de razones, de soplos y jadeos. Se sabe sola y no sabe como desaparecer completamente. Hoy se encuentra más sola que todos los días, ni siquiera se ha topado con sus títeres.... Teme preguntarse a que se debe..... Ni siquiera yo quiero preguntármelo. El teléfono a veces se la pasa retumbando, los individuos hablan, piden, reprochan, alaban, recriminan...... pero nunca tocan fondo y ella al cerrar los ojos se cree infinitamente dueña de si misma, intocable, venerada y profana a la vez.... Nunca había visto que los párpados fueran una puerta a un cielo......... ¿a que cielo? Eso solo lo sabe ella, pero he visto como sonríe una vez se conecta........ Nunca había visto un cielo que no fuera perfecto, donde después de la calma viene la tormenta, he visto como se entierra sus uñas y se flagela.
Los misterios siguen rondando y algunos adquieren nombre propio, otros toman un rostro o lo simulan dibujando con esas crayolas que ella siempre tiene en la mano, otros simplemente se arrojan sobre ella como piedras y las heridas causadas nunca fueron tan invisibles como lo son ahora, por eso es que la gente cree que ella es una fina muñequita de porcelana, intacta en su apatía, intacta en su desolación.
Teme revelarle al espejo que aquello que esta ahí no es su ángel guardián, sino su sombra. Teme revelarle también que aquello que pronuncia toda las mañanas es puesto en duda una vez llega la noche. Sin embargo sigue caminando en ella, ignorando la palabra farsante en su cara, finalmente que mas da, si el día que desaparezca completamente eso también se irá. Excepto el hombre mosca, siempre ahí, vigilante y nauseabundo.
A ella le gusta leer la filosofía de la descomposición, le gusta leerla, le gusta oírla del hombre mosca pegado a su espalda. Ella quiere ser una acróbata y contorsionista, esa que se escapa por puertas pequeñas, por huecos de ratón, esa que se lanza sin temor y se despliega por los aires, como ese escarabajo que tiene un resorte en el tórax y reta la gravedad (siempre corriendo mejor suerte que los hombre bala que no piensan en que pasaría si su cuerpo colapsara contra el fondo de estrella, unos metros mas allá de la mallita esa de protección). Ejecuta el acto, sin embargo no cree en el espectáculo. Ella cree exaltadamente que la exhibición está en otro lado.
Su corazón permanece distante, callado, pasivo. A él lo anestesian y vuelve a latir. Ella se siente con vida por ese lapso, una vez pasa la anestesia solo queda repetirlo en vano. ¿Qué tan real es el mundo que la rodea? ¿O en cuál de todos se encuentra? Lo único cierto en este momento, es aquella que está del otro lado y ella no puede ver. Lo más intangible en su vida es aquello en lo único que puede creer, pero está lejos de alcanzarlo. Ella quiere despedazarse y entregarle todo a los leones, finalmente que más da............ si la vida está en otra parte. Ella quiere olvidarse de su vida e ir dentro del carro que persigue a ese hombre, pero esto es todo lo que ha conseguido. Ella es una estúpida conformista. Le vendió el alma al diablo y olvido cobrar por ella. (Cuidado con ella, podría intentar arrebatarte la tuya).
Su intermitente sonrisa oculta su fealdad, pareciera que la alegría fuera un imán mortal. Una vez la sonrisa se detiene, resplandece la víctima, para entonces que mas da el nombre del muerto, su entierro y su duelo, ya no hay nada que hacer. La mente queda en blanco e ilustra con lágrimas negras secas el rostro serpenteante de ella. Ayúdame a rezar para que el deseo de olvidarse de su vida e irse dentro del carro que persigue a ese hombre, se le conceda, hay que devolverla a alguna parte, aún hay muchos misterios en su cabeza.
Ella juega con títeres. Títeres astutos, mujeriegos, ocasionales..... títeres de masmelo, de razones, de soplos y jadeos. Se sabe sola y no sabe como desaparecer completamente. Hoy se encuentra más sola que todos los días, ni siquiera se ha topado con sus títeres.... Teme preguntarse a que se debe..... Ni siquiera yo quiero preguntármelo. El teléfono a veces se la pasa retumbando, los individuos hablan, piden, reprochan, alaban, recriminan...... pero nunca tocan fondo y ella al cerrar los ojos se cree infinitamente dueña de si misma, intocable, venerada y profana a la vez.... Nunca había visto que los párpados fueran una puerta a un cielo......... ¿a que cielo? Eso solo lo sabe ella, pero he visto como sonríe una vez se conecta........ Nunca había visto un cielo que no fuera perfecto, donde después de la calma viene la tormenta, he visto como se entierra sus uñas y se flagela.
Los misterios siguen rondando y algunos adquieren nombre propio, otros toman un rostro o lo simulan dibujando con esas crayolas que ella siempre tiene en la mano, otros simplemente se arrojan sobre ella como piedras y las heridas causadas nunca fueron tan invisibles como lo son ahora, por eso es que la gente cree que ella es una fina muñequita de porcelana, intacta en su apatía, intacta en su desolación.
Teme revelarle al espejo que aquello que esta ahí no es su ángel guardián, sino su sombra. Teme revelarle también que aquello que pronuncia toda las mañanas es puesto en duda una vez llega la noche. Sin embargo sigue caminando en ella, ignorando la palabra farsante en su cara, finalmente que mas da, si el día que desaparezca completamente eso también se irá. Excepto el hombre mosca, siempre ahí, vigilante y nauseabundo.